miércoles, 24 de febrero de 2010

CONVOCATORIA




A todos los Mediadores de Salas de Lectura radicados en el Estado de Chiapas, para participar en el libro conmemorativo a los primeros quince años de las Salas de Lectura en todo el país.

Porque nos interesa resaltar la participación voluntaria de los mediadores, en este año necesitamos tu apoyo en la recopilación de fotografías de buena calidad y dibujos de las niñas y los niños de las Salas de Lectura, los mejores serán publicados en nuestro libro.

Esperamos sus colaboraciones. Envíen fotografías y/o dibujos de los asistentes a sus Salas de Lectura, al correo electrónico fomentolectura@conecultachiapas.gob.mx

Características técnicas:

Dibujos: usar lápices de colores, o técnicas basadas en superficies lisas, con colores fijos y firmes. Texto: escrito con pluma de tinta negra.
Fotografías: 300 dpi. (tamaño 12 cms. de altura)

La fecha límite para recibir estos trabajos es el 20 de abril del año en curso.



Dudas y/o aclaraciones:
Oficina de fomento a la Lectura
Dirección de la Red de Bibliotecas Públicas del CONECULTA-CHIAPAS
Av. Central Oriente No. 02
Centro Cultural de Chiapas "Jaime Sabines", primer piso
Tels. 01 961 6 13 85 24, 01 961 6 12 51 98, ext. 161

jueves, 18 de febrero de 2010

Historia de las Salas de Lectura en Chiapas



El Consejo Nacional para la Cultura y las Artes, a través de su Dirección General de Publicaciones, crea el Programa Nacional de “Salas de Lectura” en los años 90´s, en coordinación con las secretarías, consejos e institutos de cultura de los estados de la República mexicana, la Secretaría de Relaciones exteriores y personas voluntarias, convencidas de la importancia de formar lectores en su comunidad. El propósito fundamental de este programa consiste en la creación de salas de lectura en los distintos estados del país y en comunidades de mexicanos que radican fuera del territorio nacional, en las que se fomente el gusto por leer.

Las salas de lectura son espacios dotados con libros variados, atractivos y de calidad, en los que un grupo de personas, coordinado por un promotor capacitado, leen, comentan y disfrutan la lectura, a través de diversas actividades y del préstamo a domicilio de los libros.

Un coordinador de sala de lectura puede ser cualquier persona que lea y demuestre interés en la formación de lectores, así como compromiso y posibilidades reales para instalar y coordinar de manera voluntaria y gratuita una sala de lectura en su comunidad. Puede ser un padre de familia, un maestro, un bibliotecario, un compañero de trabajo, un estudiante, un escritor, un editor o un librero; promotores culturales, talleristas en el campo de las letras, entre otros.

En las salas de lectura se realizan sesiones semanales (con una duración mínima de dos horas continuas) en las que se llevan a cabo diversas actividades para facilitar que los participantes incorporen la lectura a su vida diaria, como una actividad gratificante y placentera.

En ellas también se prestan los libros a domicilio, lo que permite continuar y extender los beneficios de la sala a las familias de los participantes.
La operación de cada sala de lectura es flexible, el coordinador diseña su propia forma de trabajo con base en el perfil, los intereses y las necesidades de los participantes; establece relaciones entre diferentes materiales de lectura, vincula su labor con otras manifestaciones artísticas y procura complementar su trabajo con visitas a museos, al cine, a presentaciones editoriales, y a cualquier actividad cultural que favorezca el acercamiento a la lectura. De igual forma, el responsable de la sala motiva a los usuarios para que asistan de manera regular, participen activamente en las sesiones y se corresponsabilicen del acervo y del espacio de reunión. La asistencia a las salas de lectura no tiene costo alguno para los participantes. En ellas se da atención a la formación de lectores niños, jóvenes y adultos.

Las instituciones organizadoras aportan para cada sala de lectura un acervo de libros seleccionados para satisfacer diferentes intereses de lectura. Se debe tomar en cuenta que este acervo es un apoyo para iniciar la operación de la sala, por lo que se requiere de la iniciativa y las aportaciones de los participantes para enriquecerlo con otros libros y materiales de interés. En la medida que el coordinador de la sala de lectura entregue al instituto de cultura de su estado informes periódicos que muestren los avances de su trabajo, se evaluará la posibilidad de otorgarle más títulos para incrementar el acervo. Con base en la cantidad de libros y las características del grupo, el coordinador de la sala diseñará el sistema de ordenamiento del acervo que mejor le convenga. El acervo de una sala de lectura cuenta con un número limitado de libros, por lo que es muy importante crear conciencia en el grupo de acudir a bibliotecas, ferias de libro y librerías para incrementar las opciones de lectura.

En Chiapas, la primera sala de lectura se crea en el año de 1997, siendo el coordinador de dicha sala; y por lo tanto, el primer coordinador de sala de lectura en el Estado, el C. Emilio Gómez Ozuna de San Cristóbal de las Casas. Actualmente en el Estado de Chiapas contamos con doscientas dieciséis salas de lectura ubicadas en zonas urbanas y rurales. Mismas que se encuentran instaladas en distintos espacios, tales como domicilios particulares, escuelas, casas de cultura, CERESOS, Casas Ejidales, Centros de maestros, entre otros.

La oficina de fomento a la lectura de la Dirección de la Red de Bibliotecas Públicas del CONECULTA – CHIAPAS, coordina el Programa Nacional de Salas de Lectura, en nuestro estado, y cuenta ya con un equipo estatal de instructores de salas de lectura; los cuales se encargan de capacitar a las personas que quieren convertirse en coordinadores.

Las salas de lectura constituyen un espacio de recreación y formación cultural, en la que los asistentes a las mismas, encuentran una posibilidad de exploración y aprovechamiento de sus potenciales artísticos e intelectuales. El trabajo en ellas resulta del todo divertido y formativo, por lo que son, además; un espacio de esparcimiento y convivencia.